La crueldad de sentirse insuficiente
Un proceso que no descansa, no avisa y no termina.
Llegó esa temporada del año donde se publican “ofertas irresistibles” en muchas tiendas y plataformas de compras en línea.
Miro algunos productos que me interesan, los sumo a una lista de compras y empiezo a notar cómo la ansiedad se va despertando en mí.
Me pregunto:
¿Qué me está pasando?
¿Por qué me siento congelado, sin ganas, sin motivación, apático, dejando que el tiempo pase?
Me siento a escribir en mi libreta y reconozco mi insuficiencia.
Ver la enorme lista de cosas que me gustaría comprar me hace sentir insuficiente.
Empiezo a entrar en una visión de túnel donde solo siento y pienso en mi carencia: Lo que no tengo, lo que me falta, lo que no he logrado, lo que me falta por hacer…
Una experiencia que despierta la narrativa interna que detona frases como:
“No has trabajado lo suficiente, por eso no te alcanza”.
“Deberías dejar de perder el tiempo, por eso no ganas más”
“‘¿De verdad puedes darte el lujo de hacer nada en lugar de trabajar en tener más dinero?”
“Dices que quieres todo eso, pero no estás haciendo lo suficiente para conseguirlo”.
¿Logras sentir la crueldad en mis palabras?
Esta es la raíz de mi parálisis creativa y creadora.
De aquí salieron estas palabras 👇

Todo esto ha pasado en la tranquilidad de mi hogar.
Sentado en mi estudio, con una taza de té caliente, acompañado de mi gato. Envuelto en silencio, cantos de pájaros e iluminación natural.
Desde mi lugar seguro, placentero y privilegiado.
En medio de todo lo bueno y bello que me rodea, surge la crueldad de la insuficiencia.
¿Por qué?
No lo sé. Así funciona.
La insuficiencia no descansa, no avisa, no termina.
Tus lugares más preciados los vuelve amenazantes.
Tus actividades cotidianas las llena de carencias.
Tus logros más increíbles los hace insignificantes.
De formas tan sutiles y sin darte cuenta, de un momento a otro, tu energía bajó, tu ánimo desapareció y tu ansiedad despuntó.
Dirigiéndote suave y delicadamente al túnel de la decepción, donde nada de lo que eres, lo que tienes y lo que haces es valioso.
Te sientes mediocre, tonto, aburrido, perezoso, estúpido…
Te piensas incapaz, incompleto, pobre, desdichado…
¿Qué resultado puedes esperar de vivirte así?
¿Qué decisiones vas a tomarás?
¿Quién serás?

Seguro algo que no quieres y que no eres.
De ahí la pregunta por el camino que te gustaría tomar:
¿Eliges creer y sostener la crueldad de la insuficiencia en tu piel?
¿O revelarte frente a ella y reinventar otra realidad?
Sé cuál es tu respuesta.
Y espero te detengas a sentirla de verdad y escucharla. Porque esa voz necesita amplificarse.
Es probable que lleve años gritando y llamando a las puertas de tu corazón. Implorando un poco de tu tiempo para revelarte las verdades que necesitas escuchar para cambiar de rumbo.
Así fue como escribí esto.
Me detuve. Abrí mi libreta y permití que se expresara lo que se estaba gritando a través de mi ansiedad, del dolor de sentirme un mendigo, de la ausencia de energía…
Esa incomodidad que parece estar acabando con tus días, semanas o meses, es una voz viva que está gritando en tu cuerpo.
Pide tiempo, espacio y lugar en tu vida para abrirte puertas y ventanas de oportunidades para crear una nueva realidad.
¿Te quieres detener a escuchar?
No me respondas.
Hazlo.
…
Gracias por estar aquí.
Todo el amor y todo lo mejor para ti.
JOSE CARLOZ
