¿Quién eliges Ser?
Una forma de enfrentar la incertidumbre, el cambio y los desafíos cotidianos de la vida.
No hay un solo año, un solo mes, una sola semana o un solo día en el que…
Todo esté bien o todo sea perfecto.
Siempre pasa algo.
Todo el tiempo sucede algo que puede incomodarte, aburrirte, enojarte, decepcionarte, frustrarte, angustiarte, en fin…
Algo llega para cambiar “el día perfecto”.
Normal.
¿Nada nuevo bajo el sol cierto?
En toda nuestra vida seremos impactados por experiencias agradables, desagradables, desafiantes, dolorosas.
¿Por qué?
Porque nos gusta hacer interesante la vida, ¿o no?
Estoy seguro que caminas por este planeta deseando paz, felicidad, armonía, gozo, dicha, gratitud, etc.
Yo lo hago. Casi cada día.
No creo que esté mal.
Solo creo que es un engaño.
Es un engaño aspirar a vivir completamente en paz, felicidad, armonía, gozo, dicha y gratitud.
No es humanamente posible.
Y puedes comprobarlo.
Quédate 1 hora sentado en un lugar cómodo, con buena temperatura, con un aroma rico, con una vista increíble, con el estómago satisfecho y en completo silencio.
En este estado, nada te amenaza, no tienes ningún pendiente, nada debes o tienes que hacer, solo quedarte ahí.
¿Te puedes imaginar ahí, haciendo “nada” por una hora o por todo un día?
Tal vez sí.
Pero apuesto que ese momento lo llenarás con pensamientos y con sensaciones (incómodas).
Y a menos que seas un monje entrenado en el arte de la contemplación inmóvil, estoy seguro que te moverás, y que tu mirada buscara más estímulos y con eso más pensamientos.
No te preocupes, es normal.
Lo que trato de mostrar, es cómo nuestra experiencia humana, como la conocemos ahora, nos empuja al movimiento y la acción.
No a la quietud, al disfrute, al gozo, a la gratitud, a imperturbabilidad.
En otras palabras, parece que vivimos para experimentar todo lo contrario a lo que aspiramos.
Lo que me ha llevado a preguntarme…
Si todo esto que deseo como gran ideal de vida y como máximo estado de bienestar, no es algo que pueda poseer ni mantener por siempre, entonces:
¿Qué sentido tienen mis esfuerzos?
Pues todo el sentido del mundo y nada de sentido, al mismo tiempo.
Es decir: El sentido que elijas darle.
Lo sé, es absurdo. Pero me lleva a la pregunta central:
¿Quién elegirás Ser?
Atención aquí.
No te pregunto, ¿qué vas a hacer?
Si no, ¿QUIÉN eliges ser?
Ante la realidad de que ni un día, ni una semana, ni un mes, ni un año, es “perfecto”.
Ante las incomodidades, dificultades, dolores, desafíos de la vida.
Ante los gozos, las alegrías, las bendiciones, las tranquilidades.
¿Quién eliges ser?
Ya nos dimos cuenta que…
Conquistar nuestros máximos ideales de completa paz, felicidad, armonía y gozo, no son tan reales como lo imaginamos.
Entonces, ¿qué decisión vas a tomar al respecto?
No hay respuestas correctas.
El asunto es más complejo de lo que puedo decir aquí.
Porque no se nos está pidiendo elegir un sabor de helado.
Esta pregunta, entre tantas posibilidades…
Exige coraje.
Lo veo en consulta y lo experimento en mi propia piel.
Elegir SER, algo diferente, algo mejor, nuevo y favorable, en medio de la cotidiana realidad cambiante, incierta, compleja, dinámica, desafiante… requiere de algo más que buenas intenciones y fuerza de voluntad.
Se necesita coraje para vivir aquí y ahora (no importa cuando leas esto).
Crear la vida que quieres, cumplir tus sueños, alcanzar tus mentas y superar tus desafíos, piden tener coraje para elegir.
Pero no cualquier cosa.
Elegir Ser quien mejor puedas ser en medio de todo lo descrito, te pedirá:
Romper con los pensamientos repetitivos (destructivos)
Abrirte a sentir de verdad tu mundo emocional
Confrontar tus acciones y creencias saboteadoras
Dejar de hacer lo fácil y conocido.
Comunicar tus necesidades sin violentar a otros
Reconocer tus capacidades y recursos
Abrir tu corazón
En fin, la lista puede continuar.
Si sientes que te faltan muchas estas cosas, no te asustes, ni te apresures. No es la intención.
Lo que busco es, provocar a tu corazón.
Porque sé que él no tiene miedo de responder esta pregunta: ¿quién eliges ser?
Por más desafiante o angustiante que sea preguntarse esto, cuando te detienes a sentir la respuesta desde tu centro (corazón), lo que surge es claro y contundente.
No fácil. No bonito.
Pero sí real.
Y que sea real, lo hace poderoso.
Te devuelve la fuerza cuando la pierdes ante tanto cambio, incertidumbre y conflicto.
En esa fuerza, está el coraje del que hablo.
Un coraje que está dispuesto a tocar su vulnerabilidad
Esa parte más auténtica, desnuda, presente y real de ti.
Dónde se almacenan tus verdades y tus eventos canónicos.
Dónde habitan tus deseos más profundos y oscuros.
Dónde ningún terapeuta puede entrar.
Ese lugar donde uno parece despersonalizarse, porque parece tan extraño, tan ajeno, tan nuevo que no soportamos su verdad.
Pero…
Cuando te dispones a experimentar su profundidad, se asoma lo que llamaré:
Tu SER real.
Eso que más amas.
Eso que ya eres.
Eso que concentra todo tu potencial.
Eso que es tu brillo más hermoso.
Todo esto se encuentra cuando despiertas tu coraje y eliges ser.
Así que vuelvo a preguntarte:
¿Quién eliges ser en este momento de tu vida?
Gracias por estar aquí.
Todo el amor y todo lo mejor para ti.
